Mi pequeño y dulce Ángel,
Es Agosto, después de un comienzo de verano bastante caluroso, ésta noche hace tanto frío que mamá se ha puesto un pijama de polar, ¿puedes creerlo? está lloviendo ahora mismo, son las 23.30hrs y la noche está siendo bastante fría.
Pero, ¿cómo puedo sentir frío? Si ahora antes de sentarme a escribir desde el sofá de nuestra casa, he ido a asegurarme de que estés durmiendo plácidamente, y lo estas, y sólo me invade un calorcito delicioso en el corazón, ese que siento desde el primer momento en que te tuve en mis brazos, que te acurrucaste en mi pecho por primera vez y que mantienes vivo día a día.
Deseo que cuando leas todo lo que escribe mamá, disfrutes tanto como yo lo hago, mientras te cuento todas nuestras aventuras, esas que deseo que imagines y recuerdes cuando tengas edad de entender y comprender, muero porque llegue ese día y me llenes de preguntas, pero por ahora disfruto de cada una de tus etapas mientras vas creciendo. Sinceramente me gustaría que el tiempo fuera infinitamente eterno en estos momentos, pero tienes que continuar creciendo...
Mi niña hermosa, este año está siendo bastante increíble, ya por el sólo hecho de todos los descubrimientos y aventuras que vivimos juntas y que me hacen inmensamente feliz, también mamá ha pasado momentos bastante complicados, pero todo ello ha hecho de mi una mujer distinta, mi vida ha cambiado por completo, he aprendido lecciones y todo ello me está haciendo crecer como persona.
