Hace un tiempo que he re-descubierto los Foulards (en francés) o Pañuelos, la verdad es que tengo que confesar que a día de hoy no soy muy fan de los accesorios (y sí, lo sé, eso esta mal, muy mal!) pese a que varias de mis posesiones evidencien lo contrario, ya que me encanta comprarlos, pero a la hora de la hora, sea por el tiempo (que últimamente me queda demasiado corto) o por las prisas, reduzco mi vestimenta a lo más sencillo que existe (hecho que estoy revirtiendo). 

No sé si os pasa, pero accesorio que veo, como una diadema, un sombrero, collares/colgantes, etc y me parece lo suficientemente bonito, lo compro sin darle más vueltas que si no, luego pienso en cuando me lo pondré y me desanimo, pero si ya lo compré, tengo por seguro que en algún momento me lo pondré ;). Lo cierto es que a veces ese momento llega tarde o temprano y me queda la satisfacción de una compra impulsiva bien hecha.

Pues hoy os voy a hablar del accesorio que por excelencia casi nunca uso y que en pleno verano me está viniendo de lujo, yo que siempre me veo afectada por los aires acondicionados y a la mínima de cambio de temperatura, usar un Foulard/Pañuelo ha sido y está siendo mi salvación, ello unido a que quedan divinos y le dan el toque especial a nuestra vestimenta/outfit, ¿que más puedo pedir?

Además he decir que no sólo nos sirven para nuestros bellos y delicados cuellos, sino que también los podemos utilizar para la cabeza, os dejo unas fotitos para que se inspiren.

Los hay para todos los gustos, de diferentes texturas, colores y tamaños, sólo queda echar a volar nuestra imaginación y darle colorido a nuestro armario o un poco de sobriedad, según nuestro estilo.

Vosotras, ¿estáis acostumbradas a usarlos? Tengo varias amigas que los llevan y la verdad es que les quedan divinos!en ellas me he inspirado! (C. J. L. C.)