Cartas para Valentina - "Mi Inspiración"

Hola pequeña mia, 

Hoy he decidido llevar a cabo esta idea que me lleva rondando la cabeza desde que naciste, y es el hecho de poder dirigirme a ti hoy, para que me puedas leer en cuanto aprendas a hacerlo y volver a leer en cuanto entiendas mejor todo.

Empezaré por nuestro momento actual, posteriormente te iré recordando todas nuestras experiencias durante los dieciséis meses y dos semanas que nos podemos mirar directamente a los ojos, porque si bien recordarás, te lleve durante cuarenta semanas y un día dentro de mi.

Te cuento que hoy, como desde hace dos semanas, volvemos a pasar juntas el día entero, mamá decidió que no había absolutamente nada más valioso y que me compense tanto como pasar los días cuidando de ti. Sin embargo, como algún día entenderás, hay obligaciones (que deberían ser pasiones) que debemos cumplir para poder llevar la vida que deseamos o soñamos y ello unido a mi inexperiencia, me sumergía en un mar de dudas en cuanto a mi situación laboral. 

Antes de que llegarás a mi, mi vida era completamente distinta, tenía un planning de todo lo que sería mi trayectoria profesional, al menos me había trazado un camino que trataba de seguir al pie de la letra. Pero, la vida nos da las mejores y más maravillosas sorpresas, rompiendo nuestros esquemas y enseñándonos lo más bello que puede existir en el mundo.

Mis planes dieron un giro de 360 grados, pero mi planning sigue ahí latente, la única diferencia es que ahora tengo un motivo para todo, te tengo a ti, que le das sentido a mi vida y me das fuerza para seguir hasta realizar mis sueños y cumplir mis metas.

Tú haces que quiera ser mejor persona, la mejor mamá del mundo, me haces sentir que puedo y podré con todo. Por eso mi pequeña, mamá decidió que hay otras opciones a las que puedo acceder, otras metas que me puedo trazar, has hecho que me planteé cosas nuevas y que salga de cualquier situación o zona de confort, para poner a prueba mis cualidades. Todo esto te lo debo a ti.

Nunca he sido conformista, ni tampoco me han gustado las cosas fáciles y ahora menos. Tengo mis temores propios de momentos de debilidad, pero luego te miro y se me pasa, porque contigo a mi lado lo tengo todo y lo puedo todo.

Hoy fue un día bonito, como todos los que pasamos juntas, en estos días que ya han pasado desde que volví a estar contigo todo el tiempo, he aprendido a entenderte mejor, ahora que estás atravesando esa adolescencia que deben de tener los bebés de tu edad, que no es más que el inicio de esa etapa en la que empiezas a formar tu personalidad, más que formar, quizás a expresarla con más claridad (aunque aún no hables, lo intentas a través de unos sonidos muy agudos y potentes!), entiendo que quieras cosas distintas a las que mamá te ofrece, que quieras diferenciar tus gustos y que quieras decidir sobre lo que quieres y no quieres comer, sobre a donde quieres ir y sobre toda actividad que se te ocurra realizar en un determinado momento.

Al principio no ha sido fácil, pero gracias a que leí unos artículos muy interesantes al respecto, he aprendido a entenderte mejor y tomar todo lo que haces como algo pasajero, a ponerme en tu lugar e intentar comprender como te puedes sentir. Sobre todo he aprendido que antes de intentar hacerte entrar en razón, como aún eres muy pequeña, prefiero abrazarte, llenarte de besos, intentar complacer tus deseos, siempre y cuando no impliquen ningún riesgo y relajarme para disfrutarte mejor.

Todo lo demás puede esperar, primero somos nosotras, nuestro momento juntas, esos que se van tan pero tan rápido, que desearía poder congelar el tiempo y vivir aún más intensamente esta experiencia que es el vivir cada día y el ser madre gracias a ti.

Como te decía, hoy fue un bonito día, tu abuelito te llevo a recogerme de la peluquería, te quedaste conmigo mientras me lavaban y secaban el pelo y me encantó tanto tenerte así conmigo! sabiendo que cada vez podemos hacer más y más cosas juntas!, luego nos fuimos paseando por la Gran Vía de Barcelona, como su mismo nombre lo dice, una gran vía, por donde íbamos paseando mientras te entretenías con cada paloma, gaviota o pajarito que pasaban al alcance tu vista y con cada perrito que pasaba por tu lado. Yo disfrutaba del momento, del sol, de la naturaleza en medio de la ciudad, iba pensando en todo lo que te quiero decir y que no quiero que se me pase, por eso decidí que desde hoy empezaría a escribirte para que quede plasmado todo lo que quiero que sepas.

Para terminar el día, nos volvimos a reunir con tu abuelito (tu abuelita está en Perú, en unos días nos reunimos con ella) y también vino tú papá a donde estábamos merendando. Esta tarde fuiste increíblemente feliz, como lo eres cada vez que estás rodeada de las personas que te amamos y cuando juegas sin parar, algo en lo que tu papá es todo un experto y tu abuelito un gran cómplice.

Mi niña hermosa, tengo tanto que contarte, sobre todo lo que hemos pasado hasta ahora, pero por el momento sólo te recordaré lo mucho que te amo, lo feliz que me haces y lo maravillosa que eres.

Con amor, Mamá.